Actividades

VIAJE AL MUSEO DE LA PREHISTORIA

 

 

Esta actividad realizada el 21 de abril formaba parte del proyecto interdisciplinar dedicado a la Prehistoria en 1º ESO y de las actividades institucionales del IES Selgas, que pretenden que el alumnado conozca el medio físico, social, económico y cultural más cercano.

Durante el viaje pudimos ver los diferentes cambios de paisaje rural y natural asturiano desde el paisaje litoral de la rasa costera hasta el paisaje de montaña del Parque Natural de las Ubiñas-La Mesa, muy conocido por ser el final de la famosa Senda del Oso, a un paso del Puerto de Ventana y de la Babia leonesa.

La visita que realizamos fue al Parque de la Prehistoria, en San Salvador d’ Alesga (Teverga/Teberga), un equipamiento museístico perfectamente integrado en el paisaje, en el que parece que los edificios dialogan con el relieve y con el río Páramo que atraviesa la finca del museo.

Una vez llegamos, nos inscribirnos y contactamos con el equipo de guías del parque, para después realizar la visita siempre acompañados y orientados por una de las empleadas del museo.

El museo se divide en tres partes: La Galería que es un aula de interpretación; La Cueva de las Cuevas donde se exponen reproducciones artísticas en su ambiente original; y el Cercado de los Animales donde viven animales que habitaban en esa etapa histórica y aun existen: uros, búfalos, ciervos, caballos salvajes…, que además, son los mismos que están representados en las pinturas.

La primera visita consistió en un recorrido por el interior de la neocueva que en la que están representados los paneles y los distintos estilos y de las más famosas cuevas con arte parietal (el realizado en la pared), los inventores del grafíti y colegas de Banski. Estas cuevas son las son de Nieaux (Francia), Altamira (Cantabria) y las asturianas de La Peña (Candamo), Tito Bustillo (Ribadesella).

Lo más notable de estas representaciones es que en un corto espacio podemos apreciar los distintos estilos de pintura que se desarrollaron desde hace 40000 años hasta los 12000 años, lo que nos permite entender mejor las distintas técnicas de pintura y sus estilos. Casi tan importante como la cuestión artística, es que se puede conocer la forma de relacionarse con el medio ambiente de aquellos pobladores del paleolítico y cómo esto influenció en su forma de pensamiento que se esconde en el posible significado de esas representaciones artísticas. Este aspecto nos permite echar a volar la imaginación, aunque “ma non tropo”, pues la visita también estaba planteada desde un punto de vista científico ya que el alumnado también está recibiendo una formación científica.

Después de la visita guiada, repusimos fuerzas, alguien comió dos bocadillos de los grandes…, y participamos en un taller de herramientas y caza paleolítica donde todo el alumnado, y también el profesorado, pudimos practicar el lanzamiento de una azagaya (una especie de jabalina) con propulsor que resultó muy prestosa y útil para conocer las técnicas de caza y su gran dificultad.

Por último, pudimos dar un paseo y observar los distintos animales que viven en semicautividad en las lindes de la finca del museo. Causaron gran impresión ver vivos a los animales que conocíamos representado en las cuevas y ver un xatín de uro que podría pasar por ser la cría de cualquier vaca de la zona.

Por último, los profesores, aunque no quieran reconocerlo, lo pasaron mejor que los alumnos y alumnas. Seguro que volvemos.

Firmado: Casimiro Valle