¿ACASO PICASSO?

La directora de proyectos educativos del Museo Reina Sofía, María Acaso, no habló de Picasso. No habló tampoco mucho de arte, es cierto. Nos habló, sobre todo, de educación. Fue presentada por Carlos de la Rivaherrera, profesor de Plástica, quien, por una gozosa casualidad, fue alumno suyo y recalcó que era de esa clase de docentes que sí se recuerda para siempre por su brillantez y su capacidad de despertar vocaciones. También estaba allí nuestra AMPA; les agradecemos, especialmente a Manuela, Eva y Maxi, su mediación en este evento.

María no nos dejó indiferentes. Provocó a jóvenes y menos jóvenes, hablando de forma directa sobre cómo no siempre enseñamos lo que conscientemente pretendemos, de democratizar la educación, de basarla en el placer y de enseñar con el cuerpo, no solo con la mente. Interactuó, preguntó y le respondimos. Fue una charla entretenida. Habló de feminismo y nos trató a todos de todas, lo que quizá a alguien le pareció insultante o inadecuado (a saber por qué) y no un juego de roles para hacernos pensar. Lo que la  audiencia entiende depende tanto de lo dicho como del contexto y los límites de quien escucha. María fue mucho tiempo profesora de universidad, pero se manejó muy bien ante cien adolescentes.

La imagen de Blancanieves, despertada de su letargo por el beso de un príncipe, como ejemplo de no consentimiento y de acoso resultó chocante para quienes crecimos con las películas de Disney. Luego, admiramos el arte efímero (retratos, corazones, firmas, notitas, mandalas,  etc.) que los estudiantes producen durante las clases. Y acabamos tomando unos pinchos (aquí en la lucha por la existencia, que diría Darwin, ganaron los más jóvenes, que aún quedaron con hambre).

Es interesante enfrentarse a opinones diversas, bien argumentadas y abiertas a la crítica. Sin pelos en la lengua, con unos penetrantes ojos azules, perfil sueco y lengua y mente afiladas, María nos acompañará en otras ocasiones este año si todo sigue su curso deseado. Madrid nos espera, y allí sí encontraremos a Picasso, en el 50º aniversario de su muerte. Y  muchas otras cosas muy, muy vivas.